Las víctimas de quemaduras graves se ven inmunocomprometidas y pueden perder piel en zonas de su cuerpo, lo que las hace muy vulnerables ante las bacterias. Gracias a los progresos en los cuidados intensivos, cada vez tienen menos probabilidades de morir por una quemadura traumática. La muerte es más habitualmente el resultado de infecciones que suceden varios meses después de ser hospitalizados. Los vendajes utilizados para tratar quemaduras representan en realidad un verdadero caldo de cultivo para los microbios.
Para combatir estas bacterias, que cada vez son más resistentes a los antibióticos, un consorcio de investigadores suizos trabajó en un vendaje biológico capaz de acelerar el proceso de cicatrización y, en última instancia, evitar que las bacterias se multipliquen. Los investigadores se centraron en la tenaz bacteria llamada Pseudomonas aeruginosa, la principal causa de infecciones y muerte entre las víctimas de quemaduras graves.
La nueva tecnología está basada en un vendaje biodegradable hecho de colágeno animal y células “progenitoras” que pueden multiplicarse rápidamente. Desarrollados por vez primera en 2005, estos vendajes aceleran el proceso de curación, pero no hacen nada para proteger contra los microbios.
El equipo de Dominique Pioletti, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) en Suiza, ha demostrado ahora que combinando estos vendajes biológicos con unas moléculas especiales llamadas dendrímeros, es factible no solo acelerar la curación sino también detener las infecciones.
El nuevo vendaje consiste en una tira de gasa hecha de colágeno a la que se han añadido células progenitoras y dendrímeros. Cuando el vendaje es colocado sobre un lugar infectado por bacterias, algunos de los dendrímeros migran y destruyen los microbios situados en los alrededores de él. Otros dendrímeros permanecen dentro del vendaje, ejerciendo allí su labor protectora.
Fuente:
NCYT Amazing
